Desde que se detectó por primera vez en Sudáfrica, esta variante parece expandirse más rápido que otras variantes del Covid. Se estima que las probabilidades de hospitalización severa en un paciente son apenas la mitad que con variantes anteriores como la Delta. Pero esta variante sigue siendo mortal en muchos pacientes expuestos, además de provocar efectos secundarios nocivos que permanecen en algunos pacientes aun después de su recuperación.
A pesar de que esta no es una situación para volver a las limitaciones de inicios de la pandemia, esta nueva variante es una buena razón para NO BAJAR LA GUARDIA. Depende de cada uno de nosotros que la transmisibilidad aumentada de esta nueva variante no vuelva a colapsar los servicios sanitarios como en el 2020.
La seguridad de todos depende de cada uno de nosotros. ¡Juntos podemos seguir adelante!